La historia Inempezable de Spheniscidae

Por Carla Puerto

spheniscidae

La historia inempezable acaba de comenzar para Spheniscidae. Desde el Ártico valenciano vienen estos pingüinos que no dudan en intentar sobrevolar, aunque con paracaídas, el panorama musical, y por ahora no les va nada mal.

En clave de acústico, vimos a la formación durante el pasado año. El sonido del silencio de las guitarras, el ritmo de las percusiones. Desde lo melodioso del teclado o violín, hasta la solemnidad del violoncello. Un cóctel molotov difícil de superar, sin embargo, el placer de la música no solo está en escucharla, se basa en experimentar, y evolucionar.

Ahora, presentan su primer trabajo, La historia Inempezable, con un sonido mucho más eléctrico y de gran fuerza pero sin echar en falta la elegancia, ni la textura. Y es que el buen gusto de Spheniscidae desprende luz en la oscuridad.

Acantilado, abre una sucesión de ocho temas con una delicadeza natural que te traslada a los paisajes atmosféricos de Sigur Rós. A medida que el álbum avanza la progresión instrumental se hace fuerte. Con Navidad nos arrodillamos ante una sentenciante letra para llegar hasta la intimidad de Flor, con la que comprobamos que, evidentemente, menos es más. Los pétalos caen con sensualidad. El desenlace de esta historia maestra llega con Metamorfosis II, un final oscuro en tono existencialista que cuestiona y nos proyecta hacia un futuro incierto.

El EP ha sido producido por Sergio Devece, bajista de La Muñeca de Sal, en el estudio Stardust de Alboraya. Han contado con la colaboración de músicos del panorama local como Gilbertástico a los teclados, Nacho Nácher de Perro Grande a las guitarras, Empar Juanes al Violoncello, Salva Casaní, Hector Sanchís de Cosidos, y Apa de Polonio a la trompeta. La banda se completa con Alejandro Gómez-Lechón, Javier Marcos, Sergio Devece, Nacho Nácher e Iñigo Soler.

Sin duda, un conjunto lleno de eclecticismo que rompe los paradigmas actuales. Singularidad envuelta de belleza.

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