Berluscoming

Por Ana Sirvent

Vienen fechas marcadas en el calendario, las Navidades se aproximan. Son días deseados y ansiados para nosotros por sus momentos en familia, las buenas comidas  y en los que los españoles por un tiempo podremos evadirnos de los nefastos efectos que nos trae consigo día a día la maldita crisis. Si este año no comemos cochinillo, comeremos mortadela.

¿Pero será lo mismo para los italianos? ¿Podrán olvidarse de la política para poder cantar villancicos?

Una nueva noticia ha llegado a los medios de comunicación; Mario Monti dimite. De forma repentina dimite, sí. Todo está dicho, incluso ya se tiene una idea de la próxima fecha electoral. Coman tranquilos, aun queda tiempo.  Pero italianos, vayan concienciándose para no atragantarse:  Berlusconi formará parte de los posibles candidatos.

Se apuntó a que hace exactamente 13 meses el ex – ministro tuvo que decir adiós al cargo por la prima de riesgo. Pero no puedo limitarme a contarles eso. Todo fue acompañado de un extenso curriculum. Durante su cargo se desprestigió para algunos su persona – debería  haber sido para todos-, se ve que determinadas personas  entienden sus actos, quizás seamos nosotros los raros.

En fin, las alarmas saltaron con el caso Ruby por abuso de poder y prostitución de menores, una sentencia que pronto fue acompañada de otra, la de Mediaset por evasión de capitales. Entre muchos.

A lo que íbamos, como ya he dicho, la dimisión de Monti abre paso a un adelanto de las elecciones generales, que probablemente se celebren a mediados de febrero. Según los sondeos, una coalición de centro izquierda tendría la victoria  en el bolsillo, con el 45% de los votos. Lo que le garantizaría una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Pero con la enrevesada ley electoral italiana, el centro izquierda podría tener dificultades para lograr la mayoría en el Senado. Eso es lo que pretende conseguir Berlusconi: evitar una victoria neta del centro izquierda y hacer la vida imposible al próximo Gobierno.

Que sepan ustedes que lo que he dicho en un primer momento no es cierto. Aquellos españoles que no sepan del tema, comerán su mortadela tranquilos, pero aquellos enterados, se les puede quedar atravesada, porque la “suerte” de Italia es la nuestra. El caso es que todo lo malo que ocurre en la zona Euro tiene repercusión inmediata en nuestro país. Por eso la inverosímil  decisión de Berlusconi de volver al “escenario del crimen” del que tuvo que huir a toda prisa hace un año, nos repercute y mucho. Europa en sí, debe tener miedo.

Con sonrisas y humor, disfruten el nacimiento de Jesucristo.